Top Taurino Toreralia, el Top de los sitios web relacionados con la Tauromaquia

VISITA LA WEB OFICIAL DE JOSÉ LUIS MORENO

21/6/10

EL DIA DE CÓRDOBA


Y se consumó... (CONSUMATUM EST)


El desierto del Trofeo Manolete debería hacer reflexionar a sus organizadores sobre la verdadera naturaleza del galardón

Salvador Giménez.

Roto por la rabia, abandonado, ausente y con lágrimas en los ojos, un hombre vestido de torero circunda el ruedo de Los Califas. Momentos antes, ese mismo hombre había escrito una página histórica en los anales de la tauromaquia cordobesa. Páginas de oro escritas con una faena cumbre, pura, preñada de ortodoxia y de verdad. El toreo en su máxima dimensión. El toreo que prende. El toreo como debe de ser. El toreo perfecto. Sin calificativos. Faena forjada con el espíritu, el cuerpo estaba ausente para remover los cimientos del toreo grande. La liturgia se cumplía muletazo a muletazo. Domeñar la fuerza bruta de la fiera con la razón humana. El bruto iba por donde la mano del hombre le marcaba con firmeza. Despaciosidad también, como nuestros pasos de palio, cada primavera, reviran en nuestras esquinas encaladas y blancas. Al ralentí, a cámara lenta… de salón, como en un sueño. Sueño de todo aquel que se reviste de Mitra y salta a la arena dispuesto a perpetuar una tradición milenaria. Faena que puso a todos los presentes de acuerdo. A todos. A los de las dos Españas de Machado, a tirios y troyanos, a los ortodoxos y a los heterodoxos, a los festivos y a los más serios. Todos, absolutamente todos, tras el borrón de la rúbrica de la espada, gritaron al unísono, a coro, TORERO, TORERO, TORERO. El toreo universal, el que marca el infinito había obrado el milagro y había quedado grabado en las retinas y memorias de los que presenciaron tan magna obra.

Días más tarde se reunió el sanedrín de sabios. En teoría el de los iniciados, los puros de corazón y alma, los encargados de perpetuar la pureza y la verdad del toreo, los que salvaguardan los principios y normas de un ritual en que se dan cita la vida y la muerte. Los que juzgan algo, como todo arte, injuzgable. Pero entre todos los miembros del sanedrín de sabios no fueron capaces de ver lo que todos habían visto. La grandeza de la faena se les escapaba de las manos. Tanto que decidieron valorarla, pero no darle su visto bueno. Sanedrín del que no se duda su conocimiento, pero que sí ha demostrado su falta de sensibilidad y razón. Sanedrín que no ha sabido ver algo tal vez irrepetible. Algo único e histórico. ¿Cuál es el motivo? ¿Aversión hacía el celebrante vestido de grana y oro? ¿El cumplimiento de unas frías normas escritas carentes de sensibilidad? ¿O quizás el excesivo afán de protagonismo?

Ellos, todos los miembros del sanedrín, tienen la respuesta. Sabia tal vez, pero carente de alma, de sentimiento y de corazón.

Todo se ha consumado. Un año más, una obra de arte ha quedado sin premio, sin reconocimiento oficial. Otros años había excusas. Este año no. La de la espada no vale. Lo dice el quinto mandamiento. No matarás. La excusa no tiene excusa. El toreo es un arte, tal y como se pudo ver el sábado de feria, y las artes no se miden, ni se calibran, ni se juzgan.

Son obras de arte y punto. Con esta sabia decisión se han ninguneado al artista, a la prensa que lo contó, al público que lo vivió y disfrutó, a la historia del toreo de una ciudad, a la ciudad misma y se ha devaluado un premio que debería de desaparecer. Sí, desaparecer. Por la falta de criterio, por la falta de sensibilidad, por el mal llamado senequismo, por la injusticia y sobre todo por llevar el nombre de alguien que tuvo la honradez de sacrificar su vida por algo que muchos, a pesar de su conocimiento en la materia, no han llegado ni llegarán a comprender nunca.

2 comentarios:

M. López dijo...

Suscribo totalmente su artículo, y no acabo de entender como una obra de arte de tanta calidad, sea reconocida por la mayoría de aficionados, y un jurado mediocre, sólo por no bajarse de la burra, no lo quiera ver, haciendo un agran daño al torero cordobés...ya que es cordobés. aunque no sea de la capital....pero no es de Sabadell...ESTAMOS CONTIGO JOSE LUIS...ÁNIMO Y P`ALANTE...

félix dijo...

Conocí a José Luis Moreno,cuando ganó en Córdoba un vestido de torear creo que azul y oro, por haber ganado el concurso de novilladas sin picadores, ya desde ese momento Córdoba, debería de haberlo animado y apoyado, para que hubiera subido mas rápidamente. La última vez fué matando unos toros a puerta cerrada en Los jardines Taurinos del Pilar en La carlota. habia crecido, era un hombre, pero su mirada limpia de buena persona y su trato agradable y humilde con todo el mundo, me hizo ver en él una grandeza que pocos tienen.
Les invito a que lean mi humilde blog "El maletilla" y si alguna publicación de él la consideran interesante para la afición, la republiquen en sus blogger. Muchas gracias