José Tomás, Moreno y el Manolete
Francisco J. Domínguez
JOSÉ Tomás ha dicho que corta la temporada y su decisión ha vuelto a ser portada de los principales medios de comunicación. Ya han vuelto las especulaciones sobre el torero que tiene el marketing más extraordinario desde que se fue Mannuel Benítez El Cordobés. No quiero con esta afirmación quitarle mérito a quién es torero de época. Porque hay toreros modestos, toreros de toreros, figuras del toreo y toreros de época, categoría esta última que es la que representa a los que más galones han tenido en la historia de la tauromaquia. José Tomás ha dicho que se va de nuevo y todavía resuena la onda expansiva de una noticia más o menos esperada por la dura cornada que recibió en México, pero todo ello no debe hacernos perder la perspectiva. Este torero es un caso curioso, pues sin realizar declaraciones pero dando mucho que hablar ha convertido cada una de sus actuaciones en un acontecimiento. ¿Es esa la clave más importante de su toreo? No, su muleta es sumamente poderosa y su valor está a prueba de bombas. No se le puede quitar ni un solo mérito, pese a que a veces su estética no alcance la de los grandes artistas. Morante, a su manera, también tiene un marketing propio: el de la bohemia y el arte. Un marketing que hace que sólo su toreo de capote, de excelsa calidad, sirva para eclipsar toda una feria. Pero ¿qué pasa con los demás toreros? Mientras un ramillete de figuras de mentira y de toreros con hambre ha dejado pasar al menos 20 toros toreables sin una sola puerta grande en el mes ininterrumpido de toros de Madrid, hemos visto en Córdoba a un torero que es José Tomás al revés -lo digo por lo de la dimensión de sus actos-. José Luis Moreno no es conocido, pero ha toreado este año en Los Califas a un nivel que sólo alcanzan los toreros de época. Recuerden. Moreno no es ni siquiera figura del toreo, como pueden serlo El Fandi, Castella, Perera o Talavante, que ni de lejos han toreado en lo que va de temporada como el de Dos Torres. Moreno es torero de toreros, de esos que los profesionales y los más aficionados saben degustar. Su reiterado fallo a espadas le ha privado de alcanzar el grado de figura, pero aún no es tarde. También el reiterado fallo a espadas le ha quitado el trofeo Manolete, ¿pero ha sido justa esta decisión? A Moreno le han birlado el trofeo en 2008 y 2009. En 2008 cuajó una gran tarde con la de Victorino y el año pasado estuvo por encima de José Tomás. ¿Le hace falta marketing a Moreno? ¿Le hace falta el aura que tienen los toreros que torean como él? Creo que no, lo que hace falta es que haya más aficionados en los tendidos. Que no nos imponga el nombre de nadie a la hora de dar un trofeo. Me planteo si hay una cierta corriente antimorenista en el Manolete, porque este año, aunque ha pesado el fallo a espadas, se podría haber recordado todo lo anterior. A nadie le hubiera resultado extraño que se lo hubieran concedido. ¿No dicen que el Manolete es un trofeo muy importante por ser distinto a los demás?
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Hace 1 semana