Veréis: yo me llamo Curro, tal es mi nombre. Y (¡por favor, no os extrañéis…!) no soy otra cosa que, ni más ni menos, un verdadero toro de lidia. Resido en una finquita de la baja Mancha, colindante con la Andalucía cordobesa. Bien es cierto que mis orígenes los tengo en la sierra de la provincia de Sevilla, desde donde, recién parido, me trajeron para criarme a biberón en “Llanomojao”, mi residencia actual, hace, nada menos que cinco años camino de los seis.
Para un mayor conocimiento de mi circunstancias, cargadas de las peripecias que llenaron los primeros tres años de mi vida, os remito a mi propio diario, publicado y editado en Córdoba con el nombre de CURRITO. No obstante mis redacciones para el blog irán más bien acompañadas de algunos datos de los que figuran en el autobiografiado trabajo. De momento, valga esta nueva entrada como carta de presentación a la espera de ver su acogida contada en número de comentarios, lo que dará idea de si soy bien acogido y si merece la pena seguir en el empeño de comunicarme, para compartir, como es mi gran deseo, cuanto de humano se mueve y sale de esta testa con morfología de bóvido o de bruto irracional. Pues a veces en nosotros, los brutos, suele haber mayor racionalidad que en muchos de los seres pensantes.
Hasta el siguiente