NO SE NOTÓ MUCHO LA CRISIS Y LA PLAZA REGISTRÓ MÁS DE LA MITAD DE SU AFORO..
Festín de orejas de Luis Bolívar y Juan Bautista en Vall d´Alba
El ganadero Fernando Peña lidió un encierro bien presentado y con 2 toros destacados.Por culpa de la espada José Luis Moreno, que sustituía a Abel Valls, perdió los trofeos.
30/08/2010 JORGE CASAL
Pareció gafado el cartel. Abel Valls, anunciado en primera instancia, ha cortado la temporada por su lesión en el dedo anular de la mano derecha y no pudo hacer el paseíllo en Vall d’Alba. En su lugar, la organización contó con Antonio Ferrera, gran ausente en la Magdalena de este año. Una cornada en Calahorra el sábado le impidió viajar hasta la provincia. Cabía un halo de esperanza de que esa vacante dejada por el extremeño fuese ocupada por un torero de la tierra, que haberlos, haylos. Pero ni por esas. Y los de la tierra siguen caninos sin ver un solo pitón en su provincia. Así que, definitivamente entró el cordobés José Luis Moreno.
El triunfador de la tarde fue el colombiano Luis Bolívar, que está en un momento dulce, pletórico, lleno de firmeza y con la cabeza despejada para dar a cada toro las lidias adecuadas. No era fácil estar delante de la cara del tercero, pero la firmeza de Bolívar hizo ver al toro más manejable de lo que podía parecer. El torero, clavado en la arena, se inventó una faena que tuvo mucho calado en los graderíos y que fue premiada con el doble trofeo.
Otras dos orejas cortó del que cerraba la tarde, un ejemplar que fue sacando su fondo de bravo poco a poco. Fue de menos a más el toro gracias a que Bolívar lo fue sobando y metiendo en el canasto. Técnica y lidia inteligente la del torero. El temple fue decisivo para que el toro fuese rompiendo a más y el torero, acabó toreándolo con mucho empaque y gusto.
Juan Bautista tuvo también una destacada actuación, sobre todo ante el buen toro que hizo segundo, un ejemplar que siguió las telas con bravura y buen fondo. El francés lo exprimió al máximo en una labor en la que hubo variedad, gobierno y muchos matices. Una faena abundante, plena de dominio, en la que los muletazos surgieron limpios y templados por ambos lados. Lo mejor fue la estocada. Rápida y efectiva, digna de una escultura de Benlliure. Las dos orejas fueron a parar a sus manos.
Engañaron las hechuras del bonito quinto, que no ofreció posibilidad alguna de lucimiento. Lo intentó el francés pero sin llegar a levantar el vuelo de la faena.
La espada privó a José Luis Moreno de haberse llevado el esportón vacío de trofeos. La faena que abrió plaza tuvo entidad, sobre todo por el trazo largo, profundo y serio de sus naturales. Que la mano izquierda del cordobés posee una entidad inigualable, ya lo saben los aficionados de esta tierra. Y lo volvió a demostrar en esta plaza. Por la derecha también hubo emoción. El toro respondió con bravura y nobleza, resultando uno de los mejores ejemplares de la tarde. Mató bien, pero el toro tardó en caer y todo quedó en una ovación.
Estuvo poderoso y firme con el complicado cuarto en una labor con tono menor.
Toros de Fernando Peña, bien presentados en conjunto y de juego desigual. Destacaron los lidiados en 1º y 2º lugar.
JOSÉ LUIS MORENO, que sustituía al lesionado Abel Valls: Ovación y silencio.
JUAN BAUTISTA: Dos orejas y ovación.
LUIS BOLÍVAR: Dos orejas y dos orejas.
ENTRADA: Más de media plaza. Juan Bautista y Luis Bolívar abrieron la puerta grande
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